La basura electrónica es un flujo de residuos tóxicos en el que se pierden valiosos recursos finitos. Cada año se generan más de cincuenta millones de toneladas de residuos electrónicos. Gran parte se incinera o se deposita en vertederos, lo que provoca contaminación, riesgos para la salud humana y la pérdida de valiosos recursos finitos. Los compradores asiáticos de TI desempeñan un papel clave para invertir la creciente tendencia negativa de los residuos electrónicos.
La basura electrónica es el flujo de residuos que más rápido crece en el mundo. Hay varias razones que explican este aumento. La población mundial crece y la prosperidad económica llega a más personas. El desarrollo tecnológico se acelera y el precio de los productos informáticos baja, lo que acorta su vida útil. Un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas muestra que Asia generó 24,9 Mt de residuos electrónicos en 2019, o 5,6 kg per cápita, de los cuales solo el 11,7% (2,9 Mt) fue documentado para ser recogido y reciclado adecuadamente. En Europa, la cantidad total fue de 12,0 Mt de residuos electrónicos producidos en 2019, o 16,2 kg de residuos electrónicos per cápita. Esto deja a Asia como el mayor productor de desechos electrónicos del mundo. Asia no solo tiene que combatir los residuos electrónicos que se producen a nivel local, sino que también es uno de los mayores vertederos de residuos electrónicos procedentes de otros países.
Es un despilfarro de recursos valiosos. Además de ser un riesgo para la salud humana y el medio ambiente, la forma actual de gestionar los residuos electrónicos tiene un impacto económico negativo. Los productos electrónicos contienen una serie de recursos escasos y valiosos, que además son esenciales para satisfacer nuestras necesidades futuras de productos. En el mismo informe, se estimó que el valor de las materias primas en la basura electrónica mundial generada en 2019 equivale aproximadamente a 57.000 millones de dólares estadounidenses. La organización Closing the Loop, que trabaja con la compensación de teléfonos móviles, estima que al menos el 95% del oro, la plata, el cobre, el paladio y el platino incluidos en los productos informáticos pueden extraerse durante el proceso de reciclaje, y potencialmente reutilizarse en nuevos productos. Si los productos simplemente se depositan en vertederos o se queman mediante combustión o incineración, estos valiosos recursos se desperdician y las sustancias peligrosas pueden liberarse al medio ambiente y acabar potencialmente en los alimentos que comemos y el agua que bebemos.
El sistema lineal actual es frágil. Nuestra actual forma lineal de producir y consumir productos está arruinando ecosistemas frágiles, provocando la pérdida de valiosos recursos naturales y generando cantidades insostenibles de residuos electrónicos.
Parte de la solución es la dirección política. Muchos países asiáticos necesitan desarrollar sistemas de gestión responsable de los residuos electrónicos, así como políticas oficiales y decisiones políticas. Aunque este desarrollo puede llevar tiempo, los compradores pueden actuar ahora.
Combatir la tendencia negativa de los residuos electrónicos con la economía circular
Los recursos se reutilizan en la economía circular, evitando los residuos electrónicos y manteniendo los materiales en uso. En la economía circular, los recursos se gestionan de forma más responsable. El objetivo es prolongar la vida útil del producto y recircular todos los materiales sin producir residuos. Cuando un producto ha llegado al final de su vida útil, los materiales se convierten en recursos valiosos que se utilizan para fabricar nuevos productos. El objetivo es que no se produzcan residuos. En su lugar, los materiales se mantienen en uso y se reconvierten con el tiempo.
El poder adquisitivo en Asia es enorme. Los compradores tienen la clave para impulsar la industria en una dirección más sostenible. Hemos visto que la industria actúa cuando los compradores establecen los criterios adecuados. En sus decisiones de compra, ya sea una escuela, un ministerio, un banco o cualquier otra organización que utilice productos informáticos, como organización compradora puede ser parte de la solución.
La mejor manera de combatir la basura electrónica es mantener los productos existentes en el sistema el mayor tiempo posible, así que antes de comprar un producto nuevo, piense si realmente los necesita. Si es así, ¿puede comprarlos de segunda mano o es posible alquilarlos? ¿Puede reparar o renovar productos viejos y utilizarlos en su lugar?
Si esto no es una opción y ha decidido adquirir nuevos productos informáticos, pida criterios que permitan un enfoque más circular. Esto incluye:
- Productos de alto rendimiento, que pueden ser utilizados durante más tiempo en su organización o por propietarios de segunda mano.
- Productos duraderos y robustos que soportan el desgaste y duran más.
- Productos diseñados para reparaciones y actualizaciones, con manuales de servicio y piezas de repuesto fácilmente disponibles, y que las baterías sean reemplazables.
- Compensar la huella de los residuos electrónicos compensando el impacto negativo de los nuevos productos, ya sea reciclando productos con una huella similar o adquiriendo la compensación como un servicio.
Además, asegúrese de vender los productos viejos, o entréguelos en un centro de reacondicionamiento o reciclaje, o en otro punto de recogida donde se hagan cargo de los materiales.
Para facilitar su decisión de compra, busque una certificación de sostenibilidad que incluya criterios circulares. Seleccione una certificación que cumpla la norma ISO 14024. Los criterios deben ser exhaustivos, pertinentes y abarcar todo el ciclo de vida del producto. El cumplimiento de los criterios debe ser verificado por una parte independiente.
Nick Liu dirige nuestro apoyo a los compradores de la región de Asia desde nuestras oficinas de Taipei (Taiwán). Nick escribe ocasionalmente en el blog TCO Certified . Le gusta pasar tiempo con su familia, entrenar y hacer senderismo.
