La contratación pública es una herramienta importante para alcanzar objetivos medioambientales y climáticos en la UE. Desgraciadamente, se pierden muchas oportunidades cuando no se establecen criterios ambientales impulsores. Las etiquetas de sostenibilidad independientes son una solución, pero se necesita una gobernanza más clara para que puedan utilizarse en la contratación pública de todos los países. ¡La UE puede hacerlo mejor!

Sören Enholm
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Sören Enholm

Publicado anteriormente en Aktuell Hållbarhet

Cada año, las autoridades públicas de la UE gastan alrededor de 2 billones de euros en la compra de servicios, obras y suministros. Los productos informáticos, categoría relacionada con una serie de problemas de sostenibilidad, constituyen una parte significativa de este importe. Cada año se generan en el mundo más de cincuenta millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que equivale al peso de casi 4.500 torres Eiffel. Gran parte de ellos acaban en vertederos, lo que provoca contaminación, riesgos para la salud humana y la pérdida de valiosos recursos finitos. El poder adquisitivo de la contratación pública es grande, y no debe subestimarse su capacidad para impulsar diversas industrias en una dirección sostenible.

Sin embargo, no es fácil establecer criterios de sostenibilidad en la contratación pública, sobre todo cuando se trata de productos informáticos. Los criterios deben actualizarse continuamente y hacerse más estrictos para mantenerse al día de los nuevos retos de sostenibilidad y avances técnicos. Además, se necesitan grandes recursos y un alto nivel de conocimientos para verificar el cumplimiento de los criterios, tanto al principio como de forma continua. Aquí es donde pueden ayudar las ecoetiquetas y certificaciones de sostenibilidad independientes. Pero la actual directiva de la UE sobre contratación pública dificulta que las organizaciones contratantes aprovechen al máximo los criterios de sostenibilidad de una etiqueta de sostenibilidad y el seguimiento continuo e independiente del cumplimiento de los criterios que se incluye.

Lo problemático de la directiva actual es que deja demasiado margen a la interpretación, lo que lleva a una situación en la que las autoridades de los distintos países tienen puntos de vista diferentes sobre lo que es posible. Si el Parlamento Europeo quiere realmente utilizar la contratación pública como herramienta para promover el desarrollo sostenible, hay que reducir el espacio para la interpretación y aclarar la intención para que el uso de etiquetas independientes de sostenibilidad en la contratación sea más fácil en toda la UE.

Es necesario aclarar la directiva de la UE para que más países hagan lo que ya ha hecho Dinamarca. La estrategia danesa de contratación pública establece que todos los productos cubiertos por etiquetas de sostenibilidad independientes deben adquirirse utilizando una de estas etiquetas, o con criterios de sostenibilidad equivalentes. También debe exigirse una verificación y un seguimiento continuos e independientes de los criterios.

No se puede esperar que las autoridades y los municipios diseñen por sí mismos criterios de sostenibilidad impulsores. Verificar el cumplimiento de los criterios establecidos es aún más difícil. La tarea es abrumadora incluso para aquellas organizaciones que tienen un conocimiento experto de cada categoría de productos. Además, cuando las organizaciones se unen en torno a los mismos criterios de sostenibilidad y métodos de verificación, pueden impulsar más eficazmente a la industria en una dirección sostenible.

Por ejemplo, en TCO Development, la organización que está detrás de la certificación de sostenibilidad TCO Certified, invertimos más de 10.000 horas al año en el desarrollo de criterios, y esto sólo abarca las categorías de productos relacionados con las TI. Además, las organizaciones de verificación independientes dedican más de 20.000 horas al año a probar los productos y verificar la cadena de suministro, para garantizar el cumplimiento de todos los criterios de TCO Certified.

El Parlamento Europeo debe facilitar que los países copien la estrategia de Dinamarca. Deben orientar más claramente al sector público hacia el uso de etiquetas de sostenibilidad independientes en la contratación, para alcanzar de forma más eficiente los objetivos medioambientales y climáticos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, minimizar los residuos electrónicos y maximizar el valor de sus inversiones en TI. ¡La UE puede hacerlo mejor!

Sören Enholm

Sören es CEO en TCO Development y, además de interesarse por los productos informáticos más sostenibles (¿quién lo habría dicho?), le encanta el esquí de fondo, montar en bicicleta por la montaña y navegar en kayak por el mar.