Identificar productos sostenibles desde el punto de vista medioambiental y social es cada vez más difícil. Hay más de 200 etiquetas ecológicas en el mercado de la UE. Pocas son transparentes, tienen criterios exigentes actualizados periódicamente o abarcan todo el ciclo de vida de los productos. Muchas carecen también de verificación independiente del cumplimiento de los criterios, necesaria para que una etiqueta sea creíble. La difusión incontrolada de las etiquetas ecológicas va en contra del propósito de orientar a los compradores hacia mejores opciones e impulsar el desarrollo sostenible.

Sören Enholm
Blog de:
Sören Enholm

Publicado anteriormente en Dagens Industri

Cada vez hay más compradores y consumidores concienciados con el "lavado verde" y el "lavado azul", ya que se ha generalizado el uso incorrecto de afirmaciones exageradas sobre sostenibilidad medioambiental y social con fines de marketing. Se afirma que los productos son más respetuosos con el medio ambiente o una opción más ecológica que otras alternativas sin ninguna prueba que respalde tales afirmaciones.

Para resolver el problema, la Comisión Europea ha propuesto normas más estrictas que exigen que las etiquetas de sostenibilidad utilizadas en el mercado de la UE sean más transparentes y fiables. Según la propuesta, las etiquetas deben estar respaldadas por un sólido sistema de certificación, lo que reducirá el riesgo de lavado verde y falsa comercialización.

Un sistema así significa que los criterios y métodos de verificación tienen una base científica y se desarrollan en un proceso abierto. El desarrollo de criterios también debe incluir una consideración integral del ciclo de vida e impulsar el cambio en la esfera sostenible.

Lo más importante es que una parte independiente verifique el cumplimiento de los criterios. En última instancia, todo se reduce a la prueba. Incluso los objetivos de sostenibilidad más ambiciosos fracasan si no se basan en un sistema de verificación y seguimiento independientes.

Una etiqueta ecológica o una certificación de sostenibilidad pueden ser de gran ayuda, pero sólo si son creíbles y cuentan con un sistema de certificación sólido. Por ejemplo, en TCO Development, la organización que está detrás de la certificación de sostenibilidad TCO Certified, dedicamos más de 10.000 horas al año a desarrollar criterios. Luego sólo nos centramos en categorías de productos de TI. Además, cada año, expertos acreditados dedican más de 20.000 horas a probar productos y evaluar la cadena de suministro para garantizar el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad en TCO Certified.

En otras palabras, una etiqueta ecológica debe basarse en un sistema de certificación sólido que garantice que la etiqueta cumple sus promesas. La propuesta de la Comisión Europea es bienvenida y será fundamental para ayudar a los compradores a elegir mejor y evitar el lavado verde.

Sören Enholm

Sören es CEO en TCO Development y, además de interesarse por los productos informáticos más sostenibles (¿quién lo habría dicho?), le encanta el esquí de fondo, montar en bicicleta por la montaña y navegar en kayak por el mar.