Una etiqueta o certificación ecológica sólida garantiza que se detecten y resuelvan los problemas sociales y medioambientales. Sin embargo, prohibir las malas prácticas no conduce necesariamente a un cambio positivo. Para evitar una situación en la que los comportamientos restringidos se sustituyan por otros aún peores, debemos guiar a la industria hacia alternativas más seguras y justas.

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Este texto forma parte de nuestro último informe, Impacts and Insights: Navigating the Sustainable IT Revolution - The critical role of independent verification. El informe ayuda a compradores de todo el mundo a verificar con precisión los aspectos sociales y medioambientales de sus compras.

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Los productos informáticos pueden contener una serie de sustancias nocivas, y los trabajadores de la industria informática están expuestos a sustancias peligrosas como disolventes en los procesos de limpieza y montaje. La mayoría de estas sustancias no se evalúan en cuanto a peligros para el medio ambiente o la salud humana. Además, las condiciones de trabajo en las fábricas son un problema constante. Las áreas de riesgo continuo incluyen la protección de la salud y la seguridad, el trabajo forzado y las jornadas laborales excesivas. Abordar estos retos requiere una serie de medidas, como pruebas de productos y auditorías de fábricas, y por supuesto es importante prohibir los elementos que plantean riesgos para la sostenibilidad.