Cómo gestionamos la transición a la circularidad: tres marcas de TI lo explican

Dell nació con un modelo de cadena de suministro eficiente y el compromiso de diseñar productos teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. Cada vez más, esto ha significado adoptar un enfoque circular y la idea del pensamiento sistémico. Empezamos a utilizar plásticos reciclados en algunos productos de sobremesa en 2007 y hemos aumentado el alcance y el volumen de nuestros esfuerzos desde entonces, creando un proceso de circuito cerrado en 2014 que recicla los plásticos recuperados a través de nuestros programas de devolución en nuevos componentes para nuevos ordenadores. Aun así, la transición sigue su curso y queda mucho por hacer. Nos hemos fijado el objetivo de recuperar un producto "similar" por cada producto que entregamos a los clientes, pero nos queda mucho camino por recorrer. También aspiramos a aumentar el contenido reciclado y renovable de nuestros productos hasta más del 50% y el de nuestros envases hasta el 100%, todo ello para 2030. Son objetivos ambiciosos, y debemos profundizar en nuestra cartera para identificar las oportunidades escalables.

Si nos fijamos en lo que vendemos, está claro que en este momento tenemos un gran peso del hardware, pero nuestra estrategia incluye el objetivo de pasar a ofrecer más servicios. Ahí es donde queremos llegar. En impresión, llevamos mucho tiempo vendiendo servicios de impresión en lugar de vender impresoras como piezas de hardware. Hace 27 años que tenemos un "circuito cerrado" para el reciclaje de cartuchos de tóner, y en los últimos 12 meses hemos añadido hardware como PC e impresoras a la lista de productos de los que reutilizamos materiales de forma similar. Se trata de un servicio circular, sólo que nadie lo ha descrito como tal.

Nuestro negocio se basa en desarrollar y vender productos, lo cual es lineal. Pero también trabajamos desde hace muchos años en la recuperación de activos, un servicio en el que recompramos productos a los clientes, los renovamos y los revendemos, para que tengan una nueva vida. Sabemos que nuestros productos tienen un alto valor de segunda mano y pueden tener una vida considerablemente más larga que la que suelen tener nuestros clientes. Por ejemplo, como servicio adicional, podemos ofrecer hasta cinco años de garantía en nuestros productos para empresas. También trabajamos desde hace años con productos como servicios, un tipo de arrendamiento o "Device as a Service". Esto aún no representa una parte importante de las ventas, pero estamos preparados para que crezca.

Está relacionado con los insumos y materiales utilizados, así como con la forma en que éstos se recuperan, pero también se extiende a la forma en que se entrega o crea valor. Si consideramos el sistema en su conjunto, podemos utilizar los recursos de forma más eficiente y durante más tiempo. Nuestros programas de economía circular se basan en la aplicación activa del pensamiento de sostenibilidad al ciclo de vida de nuestros productos y servicios. Nuestros ingenieros de producto entienden que hay que diseñar pensando en el final: cómo podemos garantizar que los materiales de nuestra tecnología puedan mantenerse en la economía cuando el cliente termine de utilizar el producto. Diseñamos para asegurarnos de que las cosas sean modulares y fáciles de reparar, para que ese final no se produzca antes de lo debido.

En parte se trata de cosas como reducir el uso de materias primas no renovables utilizando una mayor proporción de materiales reciclados. Pero esto es sólo la punta del iceberg. Es el modelo de negocio lo que tenemos que analizar. ¿Cómo cambiamos internamente como organización? También se trata de cooperar con los usuarios y otras personas. No importa que un producto contenga un 50% de material reciclado si no se utiliza el tiempo suficiente y no se recicla, o se recicla de forma incorrecta. Esto es superinteresante y tenemos que colaborar con los usuarios. Se trata de trabajar en equipo.

En parte se trata del aspecto comercial, como acabo de describir. Y en parte tiene que ver con la forma de fabricar los productos: que utilicemos más material reciclado, plásticos y metales. Llevamos muchos años trabajando en ello. Algunos de nuestros productos contienen un 85% de plástico reciclado y están certificados según TCO Certified Edge . También trabajamos con la recogida de productos usados, tanto en Europa, donde hay normativa al respecto, como en otras regiones donde no existen estos sistemas. Tenemos requisitos estrictos en cuanto a la gestión de los materiales para garantizar que se reciclan correctamente.

Las TIC son una tecnología que evoluciona rápidamente, por lo que imponer restricciones a la innovación y a las técnicas de diseño puede acarrear consecuencias imprevistas que den lugar a la exclusión de nuevas tecnologías en futuros diseños. La amplia gama de agendas de las diferentes partes interesadas que participan en el desarrollo de políticas reguladoras de la economía circular puede crear desafíos en el desarrollo de soluciones rentables. Un ejemplo de ello son las iniciativas en torno a la reparabilidad. Las soluciones deben tener en cuenta la calidad de la reparación y la responsabilidad de la misma a la hora de promulgar la legislación.

Uno de los retos es que fabricamos un gran número de productos, por lo que resulta difícil gestionar pequeños flujos de materiales reciclados. Necesitamos proveedores que puedan suministrar grandes flujos de calidad constante. La transición a la circularidad es también un proceso interno: ¿cómo cambiamos para que nuestros vendedores, y no solo los de servicios, sepan vender un servicio? ¿Cómo generamos ingresos por ello, cómo se pagan las nóminas? Lo mismo ocurre con nuestros minoristas: ¿tenemos que replantearnos nuestras relaciones para que se les pague por vender un servicio y no un producto? Sólo estamos al principio de ese proceso. Pero, sobre todo, tenemos que conseguir que los usuarios y clientes vean el valor de comprar un servicio en lugar de un producto de hardware.

En cuanto a las ventas de productos reacondicionados, en realidad no vemos ningún reto. Es un servicio que podemos ofrecer a nuestros clientes, que quieren recuperar sus productos viejos. En cuanto a los materiales reciclados, el reto es que no hay suficiente plástico reciclado de calidad suficiente. Notebooks tiene que ser fino y ligero, por lo que es más difícil utilizar tipos más sencillos de plástico reciclado. Con los expositores es más fácil, ya que el peso no es un factor tan importante. También tenemos una serie de productos en los que utilizamos aluminio y otros metales más ligeros en lugar de plástico.

La colaboración es un factor clave para el éxito de los programas de economía circular. Internamente, es necesario el compromiso de todos los niveles de la organización, trabajando tanto de abajo arriba como de arriba abajo. En Dell tenemos la suerte de que Michael Dell abraza la economía circular y existe un apoyo ejecutivo a las iniciativas medioambientales que hacen avanzar los programas de economía circular.

Demanda de los compradores. Podemos desarrollar el hardware nosotros mismos. Pero un producto circular es una colaboración con el usuario. Actualmente, sólo un pequeño número de compradores está interesado. Si hubiera interés, podríamos desarrollar más estos servicios.

Un parámetro importante es garantizar la mejora del reciclado de, por ejemplo, los plásticos. En Suecia y en muchos otros países hay proyectos en marcha para mejorar el reciclado de plásticos procedentes de productos electrónicos e informáticos, lo que consideramos una tendencia positiva. Por supuesto, la demanda de productos renovados por parte de nuestros clientes también es clave. Tal y como están las cosas hoy, en el mercado nórdico, la mayoría de los productos reacondicionados se venden a otros países de Europa.