¿Cómo reducir las facturas y ayudar a salvar el planeta? El uso sostenible de los equipos informáticos evita problemas medioambientales al tiempo que reduce los residuos electrónicos y los gastos.

Este texto forma parte de la serie de blogs de la Iniciativa de Electrónica Circular. Múltiples organizaciones respaldan esta iniciativa que pretende animar a organizaciones y consumidores a adoptar un enfoque más responsable de la electrónica.

Según el estudio de la Oficina Europea de Medio Ambiente (OEMA)1, prolongar un año la vida útil de todos los productos eléctricos y electrónicos supondría un ahorro anual de unos 4 millones de toneladas de dióxido de carbono de aquí a 2030, lo que equivale a retirar de la circulación más de 2 millones de coches durante un año.

En la industria electrónica mundial, los productos se quedan obsoletos a un ritmo cada vez mayor, lo que desgraciadamente obliga a los consumidores a recomprarlos antes. Esta obsolescencia planificada favorece el consumo excesivo de recursos en detrimento de un consumo prudente y eficiente.

El hardware informático se queda obsoleto por dos motivos: porque el producto deja de funcionar o por desuso de un producto funcional.

Cuando una pieza de hardware informático se estropea o queda obsoleta, a menudo no merece la pena repararla o actualizarla, lo que obliga a los consumidores a comprar una nueva. No es ningún secreto que, durante décadas, los principales actores de la informática han lanzado al mercado productos diseñados para ser sustituidos cuando se rompen determinadas piezas. Dado que la fabricación de componentes supone la mayor parte de la huella de carbono de la electrónica, conservar tu dispositivo electrónico durante más tiempo ayuda a luchar contra el cambio climático y te ahorra mucho dinero.

Los grandes fabricantes de productos electrónicos diseñan y fabrican productos movidos por la eficiencia de costes para mantener un alto margen y ofrecer el precio de venta al público más bajo posible. Descuidan el aspecto social y medioambiental de su cadena de suministro. Los componentes están soldados entre sí, lo que hace muy difícil repararlos o actualizarlos por razones técnicas o económicas. Según un estudio realizado en 20202 por la Agencia Alemana de Medio Ambiente sobre la obsolescencia, en los componentes típicos de los ordenadores de sobremesa, el disco duro, la memoria y el ventilador son los que tienen más probabilidades de fallar primero. Por tanto, es necesario que el hardware informático se diseñe con más modularidad, para que pueda utilizarse el mayor tiempo posible mediante reparaciones y actualizaciones.

La segunda razón de la obsolescencia es el desuso de un producto funcional, que resulta de la naturaleza del producto (por ejemplo, material, eficiencia, funcionalidad) y de la decisión del consumidor, a menudo influida por el marketing. El desuso está vinculado a razones psicológicas o económicas. El usuario desea un nuevo producto por su estilo o estética, pero también por su nueva calidad, funcionalidad o eficacia. Cuando el coste de las reparaciones es superior al valor residual del producto, éste alcanza un límite económico que lo convierte en obsoleto.

La obsolescencia técnica y por desuso de los equipos informáticos conlleva enormes repercusiones medioambientales, sociales y económicas. Desde el punto de vista ecológico, comprar un aparato nuevo contamina el medio ambiente. Como los componentes de fabricación dependen de la industria minera, consumen muchos materiales y energía. Además, la compra de hardware informático convencional fomenta condiciones de trabajo peligrosas en los países en desarrollo. En cambio, puedes promover nuevos puestos de trabajo en tu entorno prolongando la vida útil de nuestros productos, recurriendo a las posibilidades locales de reparación y actualización. Además, ¿por qué gastar una gran cantidad de dinero cuando se puede actualizar y reparar el material por menos? Según el estudio de la Agencia Alemana de Medio Ambiente3, prolongar la vida útil de un puesto de trabajo informático ahorra un 28% de su coste (527 euros) si se aumenta la vida útil de 3 a 6 años.

Como Prime Computer está a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y tiene una visión de la electrónica circular, la empresa se preocupa por diseñar productos que duren más que los dispositivos convencionales y que, al mismo tiempo, tengan un impacto sostenible positivo.

Los dispositivos se ensamblan en Suiza, con mano de obra local, para construir productos de primera calidad hechos para durar gracias a la robusta carcasa de aluminio reciclado y sin elementos mecánicos. La obsolescencia técnica se aborda con el sistema de refrigeración sin ventilador, las capacidades modulares que permiten actualizaciones para la sustitución de la memoria y el disco duro, y el fácil acceso a los componentes del dispositivo con sólo unos pocos tornillos para desmontar. Además, Prime Computer captura todas las emisiones del producto, lo que hace que la compra sea libre de emisiones para el planeta.

1 Agencia Europea de Medio Ambiente, Productos electrónicos y obsolescencia en una economía circular, Bachér et al, 2020
2 Agencia Alemana de Medio Ambiente, Influencia del servicio. Influencia de la vida útil de los productos en su impacto medioambiental: Establecimiento de una base de información y desarrollo de estrategias contra la "obsolescencia", Prakash et al, 2020.
3 Ökologische und ökonomische Aspekte beim Vergleich von Arbeitsplatzcomputern für den Einsatz in Behörden unter Einbeziehung des Nutzerverhaltens (Öko-APC), Prakash et al, 2016.