Un informe sobre residuos electrónicos de 2015 publicado por la Universidad de las Naciones Unidas señala que la basura electrónica mundial ha alcanzado niveles récord. En 2014 se generaron 41,8 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos, lo que aviva la preocupación por los crecientes riesgos para la salud pública, la conservación de los recursos y el medio ambiente.

La rápida evolución de las tecnologías y la constante demanda de dispositivos de última generación por parte de los consumidores hacen prever que el aumento de los residuos electrónicos continuará. Reducir la cantidad de aparatos electrónicos que entran en el flujo de residuos y mejorar su gestión al final de su vida útil es esencial para construir una economía más circular, en la que se reduzcan los residuos, se conserven los recursos y se reincorporen a la cadena de suministro de nuevos productos. Los compradores también tienen un papel importante que desempeñar eligiendo productos duraderos, reparables, menos peligrosos y diseñados para un reciclado más seguro.

Hasta ahora, las definiciones de los residuos electrónicos y los métodos utilizados para evaluarlos han variado según las regiones y han dificultado los cálculos del volumen total. El Monitor Mundial de Residuos Electrónicos 2014 - Cantidades, flujos y recursos, pretende presentar "la primera evaluación exhaustiva de los volúmenes de residuos electrónicos, sus correspondientes impactos y el estado de la gestión a escala mundial" (informe de la ONU p 8).

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Residuos electrónicos: un flujo de residuos tóxicos en el que se pierden valiosos recursos finitos

Cada año se generan 50 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos, lo que equivale al peso de casi 4.500 torres Eiffel. Gran parte se incinera o se deposita en vertederos, lo que provoca contaminación, riesgos para la salud humana y la pérdida de valiosos recursos finitos.

Residuos electrónicos: un problema en rápida expansión

Las conclusiones del informe de la UNU apuntan a una tendencia de crecimiento claro y constante de los residuos electrónicos, que se prevé continúe a un ritmo de dos millones de toneladas métricas al año. Esto supondría casi 50 millones de toneladas métricas en 2018.

Del total de residuos electrónicos, aproximadamente una cuarta parte -es decir, 9,3 millones de toneladas métricas- está formada por dispositivos digitales personales como ordenadores, pantallas, teléfonos inteligentes y tablets y televisores. Los electrodomésticos y los equipos de calefacción y refrigeración representan el resto.

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Europa: más residuos electrónicos per cápita

De las regiones incluidas en el análisis, Asia fue la que más residuos electrónicos generó en 2014, con 16 millones de toneladas métricas, seguida de América, con 11,7, y Europa, con 11,6 toneladas métricas, respectivamente.

Europa genera la mayor cantidad de residuos electrónicos per cápita, con 15,6 kg por habitante. Le siguen de cerca Oceanía, con 15,2 kg, y América, con 12,2 kg.

Para los compradores: la prevención de los residuos electrónicos empieza por lo que se compra

Para los compradores, ayudar a evitar los residuos electrónicos no es sólo una cuestión de final de vida. Empieza con los productos informáticos que se eligen. La mejor opción es comprar un producto de segunda mano. Si no puede hacerlo, elija un producto de alto rendimiento. Así podrás conservarlo durante más tiempo y será más atractivo en el mercado de segunda mano. Para prolongar su vida útil, asegúrate de que el producto que compras se puede reparar y actualizar.

Criterios en TCO Certified para reducir los residuos electrónicos

Los criterios de TCO Certified están diseñados para ayudar a abordar el creciente problema de los residuos electrónicos, junto con otros retos medioambientales y sociales relacionados con la electrónica. Entre estos criterios se incluyen los programas de recogida facilitados por los fabricantes, que pueden llevar un mayor número de productos a programas adecuados de reciclaje o reutilización. Los criterios de prolongación de la vida útil del producto facilitan su uso durante más tiempo y retrasan su entrada en el flujo de residuos. Los criterios de diseño para el reciclado y la reducción del contenido peligroso también pueden facilitar el reciclado y disminuir los riesgos para la salud y el medio ambiente durante el proceso de reciclado.

La compleja composición de los aparatos electrónicos exige una correcta manipulación y reciclado al final de su vida útil. Dispositivos como ordenadores, tablets y teléfonos inteligentes también contienen sustancias potencialmente peligrosas, que agravan los riesgos para la salud humana y el medio ambiente si no se manipulan correctamente.

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