Los debates sobre sostenibilidad han ocupado un lugar destacado entre los líderes gubernamentales e industriales de todo el mundo. Se ha hablado mucho sobre la reducción de los residuos electrónicos y el impacto que tienen en el medio ambiente. Globalmente, el mundo generó 53,6 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos en 2019 y se espera que ese número aumente a 74,7 millones de toneladas métricas para 2030.¹ Esto es alimentado por el creciente mercado de todo tipo de productos electrónicos con una participación limitada en los programas formales de reciclaje y reutilización. En términos sencillos, el mundo sigue demasiado centrado en consumir y tirar.
Este texto forma parte de la serie de blogs de la Iniciativa de Electrónica Circular. Múltiples organizaciones respaldan esta iniciativa que pretende animar a organizaciones y consumidores a adoptar un enfoque más responsable de la electrónica.
La adopción de prácticas sostenibles en TI por parte de las empresas ha sido lenta. La mayoría no dispone de un proceso sostenible desde el punto de vista medioambiental para deshacerse de los equipos informáticos. Hay que dar más importancia a marcar la diferencia y cambiar la trayectoria. Siguen existiendo oportunidades para ser más eficientes en la gestión del ciclo de vida de la infraestructura informática y la gestión de los residuos electrónicos.
En muchos lugares del mundo, las políticas y los requisitos normativos rigen la forma en que los usuarios finales deben deshacerse de sus equipos para ayudar a mantenerlos fuera de los vertederos cuando llegan al final de su vida útil. La pregunta es: ¿cómo puede un cliente abordar este problema de los residuos electrónicos sin dejar de cumplir sus objetivos empresariales y operativos? La economía circular es una de las iniciativas clave de la sostenibilidad para impulsar el cambio.
Como parte de las iniciativas de sostenibilidad, los responsables de TI tendrán que considerar el impacto de los residuos electrónicos procedentes de su entorno de infraestructuras en el futuro. No es solo una tendencia, sino una necesidad.
Economía circular
Una economía circular nos da la herramienta para hacer frente al uso de los recursos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, al tiempo que aborda importantes necesidades sociales mediante la reparación, la renovación, la reintroducción, la refabricación o el reciclaje de productos, manteniéndolos en la economía. El objetivo es tener muy pocos o ningún residuo. El enfoque económico tradicional es lineal, desde el recurso natural hasta el producto final y, en última instancia, su eliminación. Prolongar la vida útil de los productos electrónicos y reutilizar sus componentes beneficia a la economía al generar menos emisio