Permitir que las marcas de TI autoevalúen y autodeclaren un índice de reparabilidad no es creíble, afirma Barton Finn experto en contratación sostenible Barton Finn. TCO Certified incluye un índice verificado que ayuda a encontrar los productos informáticos más reparables del mercado.
Por Barton Finn Finn, apoyo a las compras sostenibles en Bélgica, Francia y Luxemburgo.
Utilizar los productos el mayor tiempo posible se está convirtiendo en una prioridad clave para muchos de nosotros. Es claramente lo correcto desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental y social, y ayuda a reducir la huella de carbono de los productos informáticos que compramos y utilizamos. Piense en lo siguiente: si nuestros productos informáticos duraran el doble, podríamos evitar la mitad de los impactos negativos asociados a la fabricación de nuevos productos. Así de sencillo.
Un aspecto importante de la longevidad de un producto es nuestra capacidad para reparar aparatos defectuosos. A veces es más fácil decirlo que hacerlo. Aunque todo el mundo entiende el concepto de reparabilidad a nivel teórico, el aspecto técnico puede ser muy diferente. A diferencia de los componentes visibles que se encuentran en el diseño de muebles, las partes internas de los productos informáticos suelen estar ocultas, lo que dificulta la evaluación de su reparabilidad. Los trabajos de reparación requieren un cierto nivel de conocimientos técnicos y, en la mayoría de los casos, no es posible hacerse con una muestra del producto e investigar sus características de reparabilidad antes de realizar la compra. Además, puede que ni siquiera haya piezas de repuesto disponibles.
Por eso necesitamos un índice de reparabilidad, en el que los expertos establezcan criterios para definir los factores de reparabilidad importantes y presenten puntuaciones comparables que faciliten la identificación de los modelos de productos más reparables. Ya se han implantado índices de reparabilidad en Francia, Bélgica y, en parte, a escala de la UE. Sin embargo, un gran problema es la falta de verificación independiente. Se supone que las puntuaciones deben ser verificadas por las autoridades de vigilancia del mercado. Sin embargo, éstas están completamente desbordadas y carecen de personal suficiente, y esto es así en todos los países de la Unión Europea, lo que deja a las marcas de TI la tarea de hacer los cálculos.

Por Barton Finn Finn, apoyo a las compras sostenibles en Bélgica, Francia y Luxemburgo.
Permitir que las marcas de TI se autoevalúen y autodeclaren las puntuaciones no es creíble. Naturalmente, están centradas en vender sus productos, por lo que interpretarán sus datos de la forma más positiva posible. Esto pone a los compradores de productos informáticos, y a cualquiera que desee utilizarlos de forma responsable, en una situación difícil. Sin medios creíbles para comparar la facilidad de desmontaje y sustitución de piezas, resulta muy difícil elegir productos con conocimiento de causa. Aunque apoyo plenamente el concepto teórico de los índices europeos de reparabilidad, la ausencia de una verificación independiente socava toda la iniciativa, y todo el esfuerzo invertido se echa a perder.

Qué cubre nuestro índice de reparabilidad

Qué cubre nuestro índice de reparabilidad
TCO Certified ofrece lo que falta en otros sitios. El índice de reparabilidad incluido en nuestra certificación es comprobado por un verificador acreditado e independiente, lo que demuestra que la información sobre las características de reparabilidad es correcta. Nuestra certificación le permite evitar el lavado verde, comparar modelos de productos de forma creíble e identificar los modelos de productos más reparables del mercado.
Luego, por supuesto, cada uno de nosotros tiene que poner de su parte y asegurarse de que los productos realmente se reparan en lugar de desecharse cuando se produce una avería. A menudo me encuentro con organizaciones que hacen lo contrario: buscan los modelos más reparables, pero cuando estos productos necesitan reparaciones, optan por sustituirlos por otros nuevos. Este planteamiento supone quedarse a medio camino, aunque todos los beneficios lleguen al final. Las verdaderas ventajas se obtienen cuando se repara un producto y se alarga su vida útil, no cuando se compra.