Este artículo de opinión ha sido publicado por GreenBiz
Gestionando de forma diferente el ciclo de vida de productos informáticos como los ordenadores portátiles, su organización puede abordar algunos de los problemas de sostenibilidad más urgentes del mundo.
En la actualidad, nuestra forma de producir y utilizar la tecnología de la información contribuye a problemas de sostenibilidad como el uso excesivo de recursos naturales escasos y la exposición masiva de sustancias peligrosas para el ser humano y el medio ambiente.
La economía circular ofrece soluciones potentes que pueden ayudar a abordar estas cuestiones. Este artículo se centra en cómo su organización puede adquirir y gestionar productos informáticos, en concreto ordenadores portátiles, de forma circular, una estrategia que puede beneficiar a la agenda de sostenibilidad de su empresa y que también podría reportarle beneficios económicos.
Alargar la vida de los productos reduce las emisiones de CO2
Un principio importante del modelo empresarial de economía circular es mantener los productos y materiales en uso el mayor tiempo posible. Esto es algo en lo que definitivamente hay que pensar cuando se trata de los ordenadores portátiles que su organización compra y utiliza.
Los productos informáticos son una fuente de gases de efecto invernadero (GEI) a lo largo de todo su ciclo de vida, desde su fabricación hasta su distribución, uso y eliminación. Para determinar la mejor manera de reducir estas emisiones, hay que saber de dónde proceden.
En el informe, "Impacts and Insights: Circular IT Management in Practice", TCO Development investiga la producción de GEI derivada de la fabricación, distribución, uso y eliminación de un ordenador portátil y cómo afecta a las emisiones de GEI la compra de uno nuevo, en comparación con la prolongación de la vida útil de un dispositivo existente.
El análisis concluye que una gran mayoría de los GEI se emiten en la fase de fabricación. Cuando un portátil se utiliza durante cuatro años, la huella de carbono total estimada es de 299 kilogramos durante su ciclo de vida. De ellos, el 79,8% de los gases de efecto invernadero se emiten en la fase de fabricación, el 6,8% durante el transporte, el 13,2% en la fase de uso y el 0,2% al final de la vida útil.
Dado que casi el 80% de las emisiones se producen en la fase de fabricación, ampliar la vida útil de un ordenador portátil supondrá una reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuando un portátil se utiliza durante seis años en lugar de cuatro, las emisiones de GEI se reducen en un 29%. Para una organización con 1.000 empleados, esto supone una reducción de 216.250 kg en un periodo de 10 años. Esta estrategia también ahorra recursos naturales y evita la basura electrónica.