La transición a la economía circular es un cambio de paradigma que exigirá cambios fundamentales en la forma de enfocar los materiales, el diseño y el uso de los productos, así como en la configuración de los modelos empresariales para generar ingresos. En la actualidad, la economía circular se enfrenta a una serie de obstáculos. Superarlos exigirá un esfuerzo conjunto y dedicado que empieza ahora.

En una economía circular, el objetivo es mantener los productos y materiales en uso el mayor tiempo posible. Los productos se diseñan para que tengan una larga vida útil y sean duraderos, reparables y mejorables. Cuando los productos ya no pueden utilizarse, los materiales se consideran recursos que se reutilizan en nuevos productos. Cuanto más pueda un producto mantener su forma original, más conservará su valor, lo que se ilustra con los círculos del diagrama. Los círculos más cercanos al usuario consumen menos recursos que los más alejados.

La falta de mentalidad circular, las dificultades técnicas y la insuficiente reutilización de materiales son algunos de los obstáculos que se interponen en la transición hacia una economía circular.

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Falta de mentalidad circular

Persisten modelos de negocio lineales e insostenibles

Los modelos de negocio lineales, cuyo objetivo es vender el mayor número posible de productos, son muy rentables en términos puramente financieros, pero no tienen en cuenta los verdaderos costes de la contaminación y la generación de residuos. Estos modelos deben sustituirse por modelos circulares, por ejemplo, en los que los productos se ofrezcan como un servicio.

Falta de legislación de apoyo e incentivos

En la mayoría de los países, la legislación que regula cómo deben gestionarse los residuos electrónicos es inexistente o muy débil. Esto debe cambiar. Otras formas de acelerar la transición a la economía circular incluyen incentivos financieros que fomenten la reutilización de productos y que hagan económicamente ventajoso el uso de materiales reciclados en lugar de recursos vírgenes.

Productos usados percibidos como inferiores

Las marcas informáticas se esfuerzan por atraernos hacia los modelos de productos más recientes. Hoy en día, parte de la experiencia positiva del usuario es poseer algo nuevo, mientras que los productos informáticos reutilizados suelen percibirse como menos atractivos. ¿Podrían los usuarios centrarse en la funcionalidad en lugar de la apariencia, y podría un producto de segunda mano o remanufacturado percibirse como una elección moderna y consciente?

Necesidades de rendimiento del producto frente a percepción

Hasta hace poco, los programas informáticos exigían cada vez más prestaciones de hardware, lo que hacía que los dispositivos informáticos se quedaran obsoletos al cabo de dos o tres años. Esto ya no es así, y nuestra mentalidad debe cambiar. Adquirir un producto de alto rendimiento permite conservarlo durante más tiempo o venderlo a un propietario de segunda mano.

Falta de comunicación

Aunque los residuos de una industria pueden ser valiosos para otra, se pierden grandes cantidades de recursos por falta de entendimiento y comunicación entre las distintas industrias. Una cadena de valor totalmente circular requiere la colaboración entre industrias a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.

Obstáculos técnicos

Preocupación por la protección de datos

El miedo a la fuga de datos confidenciales hace que muchos productos informáticos se guarden en cajones y sótanos en lugar de estar disponibles para su reutilización. Si los fabricantes proporcionan a los usuarios un software seguro de eliminación de datos, esto puede evitarse. Muchas empresas profesionales de reacondicionamiento también ofrecen la eliminación segura de datos.

Poca duración de la batería

Los productos informáticos portátiles suelen desecharse porque la batería ha perdido su capacidad de mantener la carga, aunque por lo demás el producto funcione perfectamente. Por tanto, las baterías deben ser de buena calidad y reemplazables.

Obstáculos para la reparación o mejora

Demasiados productos informáticos se desechan por culpa de componentes individuales que dejan de funcionar o que se quedan obsoletos. Tenemos que fomentar una cultura de la reparación, en la que los productos puedan desmontarse, repararse y actualizarse con herramientas de uso común. Las piezas de repuesto y los manuales de servicio deben ser de libre acceso.

Garantías inadecuadas o inexistentes

La garantía de un producto proporciona al propietario de la marca un incentivo económico para diseñar un producto de alta calidad. Una vez que expira la garantía, el coste de reparación de los productos informáticos es difícil de calcular para la organización de compras, lo que puede llevar a sustituir esos productos. Las garantías amplias fomentan tanto el diseño de productos duraderos como un mayor tiempo de uso.

Los productos son demasiado frágiles

Los productos móviles se llevan en bolsillos y mochilas, lo que provoca un gran desgaste. Para permitir una vida útil más larga, los productos informáticos deben ser duraderos y soportar temperaturas altas y bajas.

Reutilización insuficiente del material

Los materiales contienen sustancias peligrosas

Los materiales que contienen sustancias peligrosas no son aptos para el reciclado ni para su uso en nuevos productos. Al sustituir las sustancias peligrosas por alternativas más seguras, los materiales pueden reciclarse de forma segura y mantener el cumplimiento de una legislación cada vez más estricta.

Los productos no llegan a las instalaciones de reciclaje

Sólo alrededor del 20% de los productos informáticos desechados llegan a una instalación de reciclaje segura. El resto puede acabar en un vertedero, ser incinerado o exportado ilegalmente a regiones donde la legislación sobre residuos electrónicos es débil o inexistente.

Los productos y materiales no están hechos para reciclarse

Los materiales suelen perder valor en el proceso de reciclado. Los materiales que están presentes en cantidades muy pequeñas son difíciles y costosos de extraer. Las pilas pueden convertirse en un peligro de incendio en el proceso de reciclaje si no pueden extraerse y acaban en la trituradora.

No hay suficientes incentivos económicos para el reciclado seguro

En muchos países, es más barato exportar los residuos electrónicos que manipularlos a nivel nacional de acuerdo con normas de seguridad más estrictas. Las materias primas vírgenes también suelen ser más baratas que los materiales reciclados, ya que no soportan todo el coste relacionado con los impactos de sostenibilidad en la minería y el refinado. Para que haya más materiales reciclados de alta calidad disponibles en el mercado, la legislación medioambiental debe ser más estricta y hacerse cumplir.