Las soluciones circulares nos ayudan a abordar muchos de los problemas de sostenibilidad actuales, como el cambio climático, el agotamiento de los escasos recursos naturales y la destrucción de los hábitats naturales. Sin embargo, una deficiencia de la actual agenda de la circularidad es que no se centra en las cuestiones sociales.

Esto es lamentable desde una perspectiva humana, pero también reduce nuestras posibilidades de éxito en la transición circular. De hecho, los derechos humanos y de los trabajadores pueden utilizarse como palanca para acelerar el ritmo del cambio. Si ponemos fin a la explotación de las personas en la cadena de suministro de los productos informáticos, podremos avanzar más rápidamente hacia una producción y un consumo de productos informáticos verdaderamente sostenibles.

Stephen Fuller
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